lunes, 15 de septiembre de 2008

Buscando a Nemo

Buscando a Nemo es una de las consideradas mejores películas de animación de los últimos tiempos. Todo se debe al fenómeno Stanton. Andrew Stanton es el escritor de las películas de animación de los estudios Pixar. Él ha escrito Toy Story, A Bug’s Life y Monster’s Inc.

A principios de esta década, le han ascendido a director de los nuevos filmes de los estudios. Finding Nemo es su tercera película como director, y después ya viene la magnífica Wall•E.

La cinta cuenta la historia de un padre al que se le pierde un hijo y tiene que buscarlo por todo el océano. A este tema, se le suman otros como el crecimiento de los hijos o el miedo al cambio.

El objetivo de Stanton está claro cuál es, me parece a mí. Él quiere ofrecer
un producto consumible por todos los miembros de la familia, que entretenga a todos y que se erija sobre valores fundamentados para la educación de los más pequeños. Sin duda, el objetivo se consigue con creces. Todo aquel que acuda al cine pasará un buen rato disfrutando de las gracias universales e ingeniosas.
Los valores de la amistad, la valentía, la ayuda a los demás se funde con distintas emociones como el amor, la añoranza o el miedo. Si se intenta profundizar un poco más (porque se puede), Nemo es un joven que quiere crecer y que debe arriesgarse para vivir, aunque le salga mal la jugada.

Algunos momentos son francamente divertidos como el de los tiburones australianos haciendo terapia de grupo o el del diálogo con la ballena. Por cierto, la película tiene más gracia en Versión Original (como siempre), para poder notar el "aussie Accent" de los tiburones y todos los demás bichos australianos.

Tachar de simple y previsible el argumento de Buscando a Nemo es absurdo. Una película dirigida (también) al público infantil no puede tener muchos giros impactantes en el guión. Sabiendo y entendiendo esto, lo verdaderamente genial de la película es la capacidad que tiene de crear un mundo acuático tan humano. A esto hay que añadirla las escenas tan cómicas que inundan esta sociedad acuática.
Como siempre, Stanton hace referencia y crítica a los humanos. Lo ha hecho más de forma más explícita en Wall•E, aunque en este filme también esté presente. Repleta de humor, la visión del guionista acerca de los humanos es bastante crítica, por no decir pesimista. Ahora somos nosotros los que ensuciamos los mares y alienamos a los animales, y es verdad en cierto modo.

Buscando a Nemo es una película interesante pero no imprescindible, perfecta para una velada cinematográfica en familia.

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