Charlie Bartlett, una película estrenada en febrero en USA que todavía no ha llegado a nuestras pantallas (y puede que nunca llegue).
Cuenta la historia de un adolescente muy inteligente al que expulsan del colegio y como alternativa tiene que ir a un colegio público.
La película es una mezcla de puntos fuertes y débiles que deja una sensación algo amarga porque podría haber sido mucho mejor.
Siempre me han contado que en una narración [en cualquier formato, ya sea cine] existe una introducción, un nudo o desarrollo y un desenlace. El problema en ese punto de la película es que tiene muchas “introducciones, desarrollos y desenlaces”. Cada historia se desarrolla linealmente una detrás de otra sin tener ninguna repercusión la primera la siguiente. Por lo tanto, más que una película, Charlie Bartlett es una miniserie dividida en capítulos.
Primero, la adaptación escolar; después, problemas con drogas tipo “Trainspotting” pero en versión Disney Channel (no son drogas) y así continuamente hasta 5 ó 6 capítulos. Cada “episodio” no aporta nada nuevo a personas ya formadas con criterio. Son entretenidos y tienen algún momento de gracia, pero fácilmente olvidables. En cambio, sí que se recomienda a PREadolescentes con ganas de ser mayores. Lo que hace que éste no sea un filme para niños son algunos tacos (“F***”) que se les escapan de vez en cuando y algún personajillo que fuma.
Los temas que tratan son tópicos hasta la saciedad y cómo no, están tratados de forma utópica y superficial: La relación alumno-director (ver Skinner y Bart), el primer amor, los peligros de la juventud… Los personajes, son los que siempre han aparecido como estereotipos en películas de high school. Las animadoras y jugadores de fútbol, los chicos malos, la chica guapa y lista, los bichos raros, “emos”, los raperos… Nada más lejos de la realidad. Poca profundidad psicológica en su descripción, como cabe esperar.
Entonces, ¿qué es lo bueno de la película? Sobre todo, Robert Downey Jr. Es una de los actores con más carisma de la actualidad. Ya puede estar haciendo el papel con más clichés del guión que le aporta personalidad y carácter. Su rol en la película al final es de los que más importancia tienen y esto es gracias exclusivamente a Mr. Downey.
También, me encanta ver que todos los papeles que hace este actorazo son de borrachos. Mucho se rumorea su adicción al alcohol, así que los productores y directores del casting siempre eligen al mismo… ¡Qué sutiles!
Sorpresa también la del joven Anton Yelchin. Él es Charlie Bartlett y ciertamente proporciona credibilidad a su personaje y una cierta empatía. Tiene varios proyectos para los próximos años. Como curiosidad, el joven Anton es ruso y tiene 18 años. Sus padres eran bastante famosos en Rusia por que eran patinadores y cuando Anton era un bebé emigraron a EEUU donde se instalaron.
Correcto el trabajo de Kat Dennings. Ella, recuerda bastante a Liv Tyler aunque su sonrisa recuerde a la de cierta bruja en una película de Tim Burton.
No nos olvidemos, que la película mantiene siempre una labor educativa y reconfortante con algunos momentos algo innovadores pero trascendentes. En ningún momento llega aburrir, que también es un punto a favor.
[Me ha costado decidirme entre poner 3 estrellas y 2 (sobre 5)a la peli. Yo le pondría un 2,5. Por eso de aprobarle, le he dado al final un 3, pero muy justito porque la película roza la mediocridad.]
Para concluir: la película es un intento de comedia melodramática bastante irregular, que no aporta nada especial y que únicamente puede llegar a emocionar a jóvenes (muy jóvenes).
Leer critica Charlie Bartlett en Muchocine.net
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