El otro día, debido a un cúmulo de afortunadas casualidades, me decidí a ver la película Quadrophenia.
Lo primero a tener en cuenta es el año de estreno en Inglaterra, 1979. Durante su etapa en los cines, la película fue muy criticada por su violencia aunque tuvo muchos seguidores entre el público adolescente que no cumplía la edad necesaria para verla.
Esta película, considerada de culto en la actualidad, cuenta cómo era la vida de Jimmy, un mod inglés (Phil Daniels) durante la década de 1960.
La película parte de la idea de hacer un filme basándose en el disco homónimo de la banda The Who. Lógicamente, la BSO de la película incluye gran parte de las canciones de esta ópera rock del famoso grupo.
La película es larga (cerca de 120 min de metraje). Durante una primera parte, Jimmy nos introduce en su mundo mod, asistimos a varias fiestas de la época. Jimmy conoce a mucha gente, entra en el mundo de las anfetaminas, comparte juergas con sus amigos...pero a su vez, frecuenta peleas contra la "banda rival", los rockers y las relaciones con su familia van empeorando. Durante la primera hora de la película, el director nos introduce en la época.
Según mi punto de vista, en la primera parte se incluyen escenas muy explícitas que chocan con su fecha de grabación. Algunas me parecen totalmente prescindibles, y en algunos momentos, se hace difícil mantener cierta simpatía con Jimmy, el protagonista, y sus continuas estupideces. Aunque esta primera parte no es nada del otro mundo, destacan las escenas de Jimmy solo en su cuarto y en el río, bajo la banda sonora.
Un fin de semana deciden irse todos los mods a Brighton, una ciudad costera. Jimmy va con su solicitada amiga, esperando que surja el amor. Por el camino se cruzan con unos rockers y se montan unas peleas impresionantes.
La dirección de esta parte es muy novedosa. Las peleas son multitudinarias y reflejan realmente cómo eran las que sucedieron en los verano de los 60. Entre cánticos de guerra, golpes y persecuciones con la policía y chicas, aparece en escena Sting. Él, que no era mod, interpreta el papel de un mod afamado y la verdad es que resulta muy curioso verle en escena, aunque quizás le falte un poco de diálogo.
El final es totalmente fantástico. La última media hora es sobrecogedora. Por un lado, la actuación de Phil Daniels que llega a estremecer en algunos momentos; también destaca durante toda la película, pero ahora más, la música de The Who de fondo y las últimas tomas con los padres, las motos y el descubrimiento de la falacia que era su vida.
La película mantiene un in crescendo a lo largo de todo la película. Su ambigüedad es un punto a favor del espectador, que es él quien finaliza la historia. La violencia de las peleas nos introduce en un mundo nuevo. La película también advierte de los peligros de pertenecer activamente a un grupo.
Para concluir, Quadrophenia no es una obra maestra, pero si que es un documento sobre la cultura mod sesentera y deja marcadas ciertas escenas muy bellas en la memoria.
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