sábado, 16 de julio de 2011

Stella

Con varios años de retraso, como viene siendo habitual en este tipo de producciones, se ha colado la película francesa Stella en la cartelera española. En ella se narra la educación sentimental de una chica de once años desde su situación familiar, el colegio, las amigas y los primeros amores.

Resulta complicado trabajar con niños, no tanto por la labor interpretativa de los jóvenes actores, sino por la forma en la que aparecen retratados en pantalla. En un principio parece que éste es el principal problema de la película, con un abuso de una voz en off poco creíble de la niña. Pero poco a poco se crece el film y consigue construir un relato intenso, bien estructurado y agradable en su sencillez.

Con referentes evidentes como Los cuatrocientos golpes, la guionista y directora Sylvie Verheyde sabe tomar lo justo de sus influencias para crear una actualización muy personal del arquetipo de la película de formación. Entre el entrañable reparto se encuentran caras conocidas del cine francés como Guillaume Depardieu y de la música como Benjamin Biolay.

Ante todo cabe destacar la inteligencia con la que se desenvuelve la cámara, cómplice de las tribulaciones de la protagonista. Quizás el principal acierto sea la utilización de elipsis que pasan casi inadvertidas pero que son clave a la hora de dar ritmo a la narración. Por supuesto se trata de una producción poco ambiciosa, pero honesta. Un pequeño ajuste de cuentas con la adolescencia visto a través de unos ojos muy audaces.


Leer critica Stella en Muchocine.net

martes, 5 de julio de 2011

Beginners (Principiantes)

Llega a nuestras salas la que promete ser la comedia americana "independiente" del año, Beginners (Principiantes). Narra al mismo tiempo dos historias diferentes, que tienen lugar en momentos distintos. Por un lado, la relación del protagonista Oliver (Ewan McGregor) con su padre (Christopher Plummer) tras la muerte de su madre y por el otro el escarceo amoroso con una joven actriz francesa (Mélanie Laurent).

Por supuesto, el más que correcto montaje ayuda aporta fluidez y frescura a la cinta. Pero esta comedia cuenta con muchos más aciertos. Empezando por el humor para trata las relaciones personales con originalidad, manteniéndose a distancia de caer en los tópicos. La historia del hijo con su padre, en la que se trata la homosexualidad en la vejez, es prácticamente autobiográfica. Quizás este enfoque hace que se trate con enorme comprensión y ternura una problemática social que podría resultar impostada y comercial. De todas formas, aunque las dos historias paralelas forman un tándem complementario, funciona mejor la historia de amor.

El elenco al completo está magnífico. Sobre todo Christopher Plummer, en un papel muy complejo. También se acierta con el humor gráfico melancólico que se le imprime a la película en varios momentos para contextualizar los cambios sociales que se produjeron.

En definitiva, una gran película que rebosa humor y ternura con inusitada profundidad a la hora de tratar las relaciones personales. Mike Mills es ya un hombre a seguir, mientras que éste su segundo largo empieza a sonar fuerte para los Oscars.

Leer critica Beginners en Muchocine.net

sábado, 28 de mayo de 2011

Blogs

Acabo de descubrir este blog de cine.

Última fila centrado

Es de lo mejor que he encontrado sobe el tema últimamente.

Altamente recomendado.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Pa negre


Pa negre es lo nuevo de Agustí Villaronga, director mallorquín adorado por gafapastas y demás cinéfilos minoritarios. Inició su filmografía en la década de los 80 con Tras el cristal, al a que siguieron producciones tan personales como El niño de la luna, o más recientemente, El mar. A mí no me fascinan. Siento que las provocaciones de Villaronga han perdido con los años.

Esta vez, presenta un proyecto ambicioso que no se parece a nada anterior. Y resulta sorprendente cuando lo esperable es lo contrario. Planteamiento: niño ingenuo se adentra en la vida adulta de la posguerra. No podían faltar en esta descripción el despertar de la sexualidad, la amistad, la decepción y tantos otros elementos que suenan a [muy] visto.

Pero Villalonga consigue mejorarlo, darle tres vueltas al tópico y dejar huella en el espectador. El primer acierto es la ausencia de maniqueísmos. Ya sólo los borrachos siguen hablando de vencedores y vencidos, como muestra con solvencia. Evita también la idealización de la niñez y la vida rural, fallo demasiado repetido en nuestro cine.

Y consigue acertar con una dirección intensa, llena de talento. La primera escena es sencillamente arrebatadora. Es cierto que el guión resulta confuso por momentos y se pierde en los detalles del perturbado entorno moral del chico, alejándose de la trama principal. Pese a ello, el gran reparto, encabezado por un [tal] Francesc Colomer, esconde con éxito los tropiezos del libreto.

En definitiva, Pa negre es compleja, perturbadora por momentos, dura y tremendamente emotiva. Y necesaria. Nunca antes nadie había visto representada con tanto poderío la vida de los que nacieron con un pasado, un presente y un futuro de mierda. Termina por doler.

La red social


David Fincher estrena La red social, y viene precedida por el respaldo unánime de la crítica estadounidense. Esta ficción sobre los orígenes de Facebook será sin lugar a dudas una de las protagonistas de la próxima edición de los Oscars.

Técnicamente, es casi inmejorable. Fincher nos está malacostumbrando a mucha calidad con sus últimas películas. Es capaz de dirigir escenas brillantes que se suceden con un controladísimo ritmo. Cada detalle de la producción está muy cuidado: la magnífica banda sonora a cargo de Trent Reznor, la fotografía, el montaje, el guión…

Resulta admirable que la historia del magnate Mark Zuckerberg -que está protagonizada por yuppies y niños-Harvard- consiga enganchar tanto, oscilando entre la comedia y el drama. A partir de las anécdotas empresariales, se perfilan temas como la amistad, los celos, la traición y la envidia de manera magistral. Jesse Eisenberg consigue generar odio y simpatía en el espectador al mismo tiempo encarnando al principal creador de Facebook.

Si bien no todo es perfecto. La cinta peca de oportunista; nos llega envuelta en una gran polémica que no es tan casual como parece. Todo está medido en Hollywood para conseguir el mayor éxito posible, lo que debería suscitar una reflexión sobre el séptimo arte. Hasta qué punto una película sirve como producto.

Pero también se puede entender el objetivo del filme de otra manera. Si Mark Zuckerberg es la mínima parte del villano que representa en la pantalla, la película se erige como uno de los mayores casos de justicia poética que se han vivido en el cine. Una denuncia capaz de herir a un visionario tan rico como mezquino.

viernes, 1 de octubre de 2010

Planes para mañana


Planes para mañana, de Juana Macías, se ha convertido en una de las óperas primas más esperadas del panorama nacional tras obtener tres premios de peso en la pasada edición del Festival de Málaga. La trama se centra en tres historias de mujeres de distinta edad que están relacionadas entre ellas. Transcurre durante un único día, al más puro estilo Magnolia. Creo que a estas alturas, esta estructura narrativa no sorprende a nadie.

Los tres relatos son muy desiguales y el nexo entre ellos está demasiado forzado. Todas se centran con excesiva insistencia en la figura de la mujer y las relaciones materno-filiales. Aparecen todos los tópicos de siempre, a saber, la discriminación laboral, el maltrato doméstico, la vida conyugal, hombres malos, el embarazo, … La falta de originalidad también es una constante en la cinta.

Algunos giros del guión rozan la estulticia, la película transcurre a trompicones, la fotografía es gris y la dirección no mejora la situación. Y aún así, lo peor de todo es la pretenciosidad bienintencionada que se esconde en cada escena. Este afán de trascendencia suele aparecer en el arte joven, donde todo son abandonos, cambios radicales, soledad, fortaleza, muerte, etc. La contención y los pequeños detalles de la vida, uno los empieza a comprender más tarde.

Pero sí que hay elementos interesantes que evitan el desastre. Reluce por encima del resto del reparto (con permiso de Carme Elías) Aura Garrido, que encarna a la adolescente. En su debut cinematográfico, da vida propia al personaje más real de toda la historia. Un descubrimiento. Además, salí del cine con buen sabor de boca gracias a la excelente banda sonora -con Annie B Sweet, Alondra Bentley…- y el mimo con el que se trata la última historia, que además es la mejor. Por lo menos ofrece algo ligeramente distinto.


Leer critica Planes para mañana en Muchocine.net

sábado, 25 de septiembre de 2010

Chloe


Llega con retraso, como viene siendo habitual, la última película del inclasificable Atom Egoyan. El director se ha hecho con un hueco entre las estrellas de la industria independiente gracias a historias hipnóticas donde priman las emociones. La película con la que alcanzó el reconocimiento internacional fue El dulce porvenir: bellísima. Si quieren iniciarse en su filmografía, ése es un buen punto de partida.

Junto a éxitos importantes, Egoyan ha sorprendido también con productos más mediocres. En este caso,
Chloe, es un remake de Nathalie X, película francesa que pasó sin pena ni gloria por nuestra cartelera hace unos años. Personalmente, no he visto la original así que me baso únicamente en el trabajo de Egoyan a la hora de hablar de la película.

El talento del director se muestra inalterable desde los primeros planos. Los
detalles de la vida cotidiana se suceden unos a otros con gran interés. Dando esto por hecho, que es el principal interés del filme, la historia se pierde en su propia inverosimilitud, carece de sentido alguno. Los giros del guión se suceden de forma caprichosa y aún así la trama termina cayendo en la previsibilidad. El personaje de femme fatale está ya muy trillado, y por mucho que se disfrace el tema de novedad, la temática se vuelve fantasiosa.

Los actores protagonistas cumplen con creces su trabajo. Como siempre,
Julianne Moore no defrauda. Ni tampoco Liam Neeson. Amanda Seyfried no me convence para nada, pero me alegra ver que de vez en cuando es capaz de cambiar de registro.

La banda sonora es un elemento indispensable en el cine sensorial de Egoyan, y en
Chloe no podía fallar. Pese a que el resultado es excesivamente irregular, algunas escenas por separado consiguen emocionar y están muy trabajadas. Una pena que en conjunto sea más bien irrelevante, con un afán escandalizador algo patético.